martes, 5 de enero de 2016

La influencia del comunismo en España: Historia e influencias. Francisco Martínez Piña

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Aclaraciones previas

Motivos por los que he elegido este tema

Hemos elegido este tema debido a la curiosidad que tenemos sobre cómo el comunismo ha influido en España y cuáles han sido sus etapas. Por un lado, nos parece bastante interesante el movimiento comunista, ya que propone un modelo socioeconómico distinto al que vivimos actualmente y por otra parte, nos gustaría ver el rango de influencia que ha ejercido en la historia de España y en el pensamiento de las generaciones que vivieron el surgimiento de este movimiento.

Objetivos que deseo cumplir con este trabajo

Nuestro principal objetivo es aprender, desde un punto de vista sociológico, como influyen las corrientes de pensamiento en las generaciones y cuáles son las consecuencias de esta. Además nos gustaría aprender algo más sobre el clásico de la sociología, Karl Marx, ya que el comunismo deriva de su teoría filosófica y económica.

Metodología

Para poder realizar este trabajo hemos decidido leer cuatro libros, concretamente el Manifiesto Comunista de Karl Marx y Fiedrich Engels, Una maestra republicana: El viejo futuro de Julia Vigre de Sonsoles San Román, El Estado y la Revolución de Lenin y, para finalizar, Conversaciones sobre la III Republica de Julio Anguita y Carmen Reina. Aparte de estos cuatro libros, también voy documentarme en la web sobre la historia del comunismo en España y los cambios sociales que ha supuesto el comunismo.
Gracias a esta documentación vamos a intentar realizar un conglomerado histórico-social que explique la raíz del cambio de la mentalidad española durante el auge de este movimiento y las consecuencias que tiene esta influencia.

¿Qué es el comunismo?

Para entender el comunismo primero vamos a repasar la historia de este movimiento. El movimiento fue teorizado y formulado en bases científicas por Marx y Engels pero, previamente, se insinuó en el siglo  XVI con la obra de Tomás Moro, Utopía. Esta obra imagina una sociedad en las que se empiezan a vislumbrar algunas características que formarían parte del futuro comunismo o anarquismo; como el contraste con la propiedad privada y la autoridad con la propiedad colectiva y la soberanía popular.
Más tarde Jean-Jacques Rousseau niega la afirmación: “El hombre es malo por naturaleza” y afirma:”La naturaleza ha hecho al hombre feliz y bueno, pero la sociedad lo deprava y lo hace miserable”. Un contemporáneo de Rousseau, François Babeuf fue el creador del babuvismo, considerado el precursor del comunismo. Marx y Engels, en el siglo XIX, justifican la teoría de Rousseau afirmando que las condiciones materiales son las que determinan la conciencia del ser humano.
En la sociedad del XIX, llamada también industrial y romántica, la sociedad se industrializó debido a los avances tecnológicos y las teorías capitalistas, dando lugar al aumento considerado de las grandes empresas. Las grandes empresas, controladas por los burgueses o capitalistas, explotaban a los obreros o proletarios, que, según Marx (1848): “no sólo son esclavos de la clase burguesa, del estado burgués, sino que son esclavizados cada día y cada hora por la maquina, por el capataz y, sobre todo, por el fabricante burgués individual” (p.59). Los proletarios están siendo alienados del trabajo, es decir, no reciben íntegramente el fruto del trabajo, llevándose el capitalista la plusvalía. Esta situación debe acabar, y el único modo de erradicarla es mediante la Revolución del proletariado en su totalidad.
Una sociedad capitalista, mediante la educación promueve unos valores que perpetuán la sociedad consumista, pero el cambio, según Marx y Engels, que se produce mediante la Revolución, rompe con esa creación de valores “burgueses”. Esta revolución permite que la educación cambie permitiendo que el proletariado tome las riendas de su vida y de la sociedad.
Para estos dos autores la educación reproduce la sociedad y ella viene marcada férreamente por la economía. Para poder cambiar la educación, hay que cambiar la economía o mejor dicho, hay que cambiar el modelo económico. Marx lo tenía claro: El modelo económico debería ser el comunista. Este modelo propone la abolición de las clases sociales, ya que para Marx (1848): “La historia de todas las sociedades hasta nuestros días es la historia de las luchas de clases [...] lucha que terminó siempre con la transformación revolucionaria de toda la sociedad o el hundimiento de las clases en pugna” (p.49). Otras características de este modelo son la abolición de la propiedad privada y el reparto de salario equitativo para todas las profesiones, teniendo en cuenta las peculiaridades de la profesión y de las situaciones económicas y físicas del trabajador. Esta última medida complementando la teoría de Marx, la desarrolló Lenin (1917): “De cada uno, según sus capacidades; a cada uno, según sus necesidades” (p.163).

Este modelo lo aplicó Lenin durante su  período de gobierno en la URSS a principios del siglo XX y su sucesor Stalin, aunque cabe destacar que este último tintó la URSS de totalitarismo y represión mediante los gulag. También se aplico en China a principios del siglo XX por Mao Zedong o en Corea del Norte con Yi Tong-hwi.

Actualmente todos estos gobiernos, exceptuando el gobierno norcoreano están abolidos. En China se pretende dar una imagen de comunismo, aunque en realidad hay un falso-comunismo.

Otras apariciones históricas significativas de esta ideología política son la Comuna de París durante un breve período (dos meses) en 1871 y la controvertida Guerra Fría. La Guerra Fría fue un conflicto no armado de mucha tensión que comenzó en 1947 y se prolongó hasta la caída de la Unión Soviética en 1991. Este conflicto tenía dos bloques antagonistas: El bloque occidental o capitalista, capitaneado por Estados Unidos y el bloque oriental o comunista, capitaneado por la Unión Soviética.

Historia del comunismo en España: Creación y Congresos


Introducción


A modo de introducción, me gustaría comentar que el Partido Comunista Español fue un partido de gran importancia ya que supuso la defensa contra el franquismo e influenció en la educación republicana, debido a que los maestros de la II Republica eran de ideología socialista y este partido (PCE) fue creado a partir del PSOE en 1921.
En esta introducción me gustaría advertir que voy a explicar el desarrollo del PCE desde su fundación hasta 1983.

Origen y desarrollo del PCE


De la fundación hasta la Guerra Civil


 El Partido Comunista Español fue fundado el 14 de noviembre de 1921. Su origen está en la adhesión de postulados leninistas, gracias a los acontecimientos internacionales, y a la defensa incondicional de la primera revolución proletaria triunfante en el mundo.
En el caso de España, el congreso celebrado por el PSOE en 1919, dio lugar a la primera división en la Federación de Juventudes Socialistas, la cual se unió a la IC y construir en 1920 el PCE. Pero este partido no se construye como tal hasta 1921 cuando los delegados terceristas abandonan el PSOE y construyen oficialmente el PCE. El primer secretario general fue García Quejido.
El PCE fue una organización reducida y sectaria, se había proclamado ilegal debido a que en la dictadura de Primo de Rivera lo había ilegalizado en 1923. En esta época lo dirige Pérez Solís y Rodríguez González, pero no logran que se legalice el grupo. Debido al enfrentamiento entre Trotsky y Stalin el PCE se separan el ICE y en BOC. Estas formaciones se fusionan en 1935 y forman el POUM.
El IV Congreso que se celebró en 1932 se dio lugar en la legitimidad gracias a la II República. Desde ese momento el PCE crece hasta el estallido de la Guerra Civil en 1936.
Durante este conflicto, el PCE crece y se convierte en un partido de masas gracias a la organización y a la eficacia que tuvieron en la lucha contra los sublevados.
En este período republicano, el PCE tuvo gran relevancia ya que gracias a sus ideas socialistas, mejoró la Educación Pública y se implantó el modelo constructivista, la mujer obtuvo más derechos y se potenciaron instituciones como la ILE.

La postguerra hasta el ascenso de Carrillo a la Secretaría General

La derrota del bando republicano en la Guerra Civil supondrá la vuelta a la clandestinidad, la mayoría de dirigentes habían emigrado a Europa. El PCE es, gracias a su capacidad de organización disciplinaria, una de las organizaciones republicanas que más rápido se rehízo.
En 1942 Ibárruri es elevada como Secretaria General e impulsa la carrera de Carillo, que en 1947, se convierte en ministro del Gobierno de la República en el exilio. En este período hay disputas debido a que los dirigentes no se ponían de acuerdo para defenderse contra Franco, dándose brechas internas. En 1959 se celebra el VI Congreso donde Carrillo pasa a ser Secretario General. Las circunstancias internacionales hacen que el partido comience a quebrantarse.

Del VI al VII Congreso (1959-1965)


El VI Congreso se celebra en 1959 en Praga. Es el primero que celebra el PCE tras el XX Congreso del PCUS y a lo largo del año se profundiza la brecha entre la URSS y China. Por otra parte, el triunfo de Carrillo impone una dirección y una línea política nuevas.
Las nuevas posturas vienen a refrendar la línea impulsada por Carrillo desde el V Congreso en 1954 y denominada de “Reconciliación Nacional”, que rompía con la política frentista contra el franquismo y ello debía permitir en España la Transición pacifica aun sistema parlamentario.
Se elige a un nuevo Comité Ejecutivo con personajes tan relevantes como Carrillo, Ibárruri, Claudín o Semprún. En estos momentos Lister manifiesta su aversión hacia Carrillo.
Las decisiones tomadas unidas al panorama internacional van a dar origen a la primera diseminación de los comunistas en España.
A partir de estos Congresos, crearon dos nuevos partidos comunistas: PCE (ml) y UPG. El Partido Comunista Española marxista-leninista se formó a partir de varias organizaciones y tiene diferencias con el PCE debido a su postura revolucionaria y considera que el régimen franquista debe ser derrocado para dar lugar a la Republica Popular. Cuando comenzó a consolidarse la monarquía, este partido se disolvió, pero en 2006 Raúl Marco refundó el PCE (ml). La Unión do Pobo Galego se creó a partir de la unión de sectores izquierdistas de la Galicia y los expulsados del PCE. Es una organización comunista y nacionalista. Tuvo una fuerte expansión en los setenta y en 1977 forma el Bloque Nacionalista Galego. En este contexto el PCE sufre una crisis por los enfrentamientos entre Carrillo, Semprún y Claudín, que termina con la expulsión de estos últimos.

Del VII al VIII Congreso (1965-1972)


En el Congreso VII el PCE defienden el avance al socialismo por una vía pacifica, parlamentaria y adecuada. Por otra parte, se efectúan declaraciones que tratan de tranquilizar a las Fuerzas Armadas al redefinir por una parte el papel del Ejército en la política española y señalar que la construcción del socialismo en España se hará desde la neutralidad y el no alineamiento.
Este Congreso ratifica las especialidades de la construcción del socialismo propuesta para los españoles. En esta caracterización se considera que la primera etapa de la revolución democrática se ejecutara con la colaboración del proletariado, el campesinado y la burguesía no monopolista.
La brecha entre la URSS y China abre nuevas formas de ver a una militancia política que tiene en cuenta la evolución de la URSS y de un PCE muy unido a esta, pero, por otro lado, el impacto que tiene el mayo francés en 1968 potenció el éxodo de militantes dando lugar a una emersión de organizaciones comunistas: PCE (i)-PTE, la OMLE-PCE (r)-GRAPO, el PCE, el MCE, el PSAN y la ORT.
Los más importantes fueron la OMLE- PCE (r) – GRAPO, el PCE y el MCE. El primero de estos fue creado a partir de un grupo maoísta que se diseminó del PCE. En su primer congreso deciden disolverse y formar el PCE (reconstituido) que contó con un brazo armado antifascista, los GRAPO. Tuvo una fuerte actividad durante la Transición y más tarde fue ilegalizado por considerar que era una organización terrorista. El segundo de ellos (PCE) sufre la pérdida de dirigentes pro-soviéticos debido a la condena por la intervención soviética en Checoslovaquia por la URSS. Este hecho hizo que se organizaran de nuevo bajo el mismo nombre, pero mantuvo poca actividad hasta 1980, cuando se fusiona con el PCT para formar el PCEU. Por último encontramos al Movimiento Comunista de España que fue creado en 1976 a partir de la ETA Berri. En 1978 se fortalece y evoluciona hacia un comunismo ecléctico. Durante la Transición estableció lazo con la LCR y acabaron por unirse en la confederación Izquierda Alternativa / Liberación; este proyecto fracasó y el LCR ingresó en Izquierda Unida. El MC mantuvo el nombre de Liberación y, actualmente es una organización centrada en el análisis sociológico y el impulso de movimientos sociales como el ecologismo o el feminismo.

El VIII Congreso (1972)


A partir de esta década comienza a haber procesos de convergencia entre las organizaciones que favorecen las unificaciones. En 1976 se crea el Partido Comunista de Unificación, el cual se unificará con el PTE y con la ORT en 1979 para dar lugar al Partido del Trabajo.
Los desgarramientos que sufre el PCE en este periodo proceden de los sectores pro-soviéticos.
A continuación voy a hablar del PCOE, ya que fue relevante en este Congreso. En 1970 Listar fue expulsado debido a sus enfrentamientos con Carrillo. Lister funda un nuevo partido, llamado PCOE. Este partido reconoce tener la esencia del PCE y defiende el marxismo-leninismo como ideología, el centralismo democrático y el internacionalismo proletario. Tras la marcha de Carrillo en 1986, Listar reingresó en el PCE; el PCOE en la actualidad sigue activo pero con un número reducido de militantes.

Del IX Congreso a la formación del PCPE (1978-1984)


En este periodo continúa el drenaje de comunistas del PCE debido al desencanto con la Transición, el alejamiento de la URSS y la debacle electoral de 1982. En 1978 se celebra el IX Congreso del PCE, el primero legal tras la dictadura. Este tiene mucha transcendencia ya que en él se renuncia al leninismo y además se producen escisiones, marchas y se comienza a verificar las uniones de partido pro-soviéticos que finalizaran con la formación del PCPE en 1984.

El X Congreso (1981) y el XI Congreso (1983)


En este período se celebraron elecciones, cuyo resultado alejaron al PCE de la vida política, llevándolo casi a marginalidad política. Tras enfrentamientos en el seno del partido se inicia un proceso de división, el mayor en la historia del partido, con la formación del PCPE.

Conclusión sobre la historia del comunismo en España


A modo de conclusión me gustaría comentar el largo proceso que ha sufrido el PCE en España. En un principio fue relevante, debido a su ideología socialista la cual permitió la concienciación del pueblo de lo importante que es, pero con el paso del tiempo, ha acabado como un pequeño sector poco influyente en España. También cabe destacar la mala suerte que ha tenido en la historia, ya que ha sufrido sendas escisiones. Actualmente encontramos varias formaciones comunistas, sin relevancia, aunque cabe destacar los partidos Izquierda Unida y Podemos.

La influencia del comunismo en España: Análisis sociológico


Hemos tenido dificultades a la hora de encontrar información sobre la influencia del comunismo en España y hemos decidido, desde un punto de vista de los clásicos, hacer un análisis sobre las actuaciones que ha protagonizado el PCE y la ideología socialista más radical durante los acontecimientos más importantes del siglo XX en España: La II República, la Guerra Civil, el Franquismo y la Transición.

La II  República

La II República fue un modo de gobernar que llevó a la modernización a España, pero también polémico debido a sus cambios de gobierno y lo que sucedió en ellos. Por ejemplo, en el período de Lerroux, suprimió el impuesto de control de precio del pan, haciendo que este aumentase de un 25% a un 70%.
En este período podemos decir que la mujer respiraba en un ambiente menos castizo y menos machista que el que estaba acostumbrado, ya que en 1931 pudo votar gracias a la lucha de las activistas como Clara Campoamor. También pudieron realizar profesiones que no podían realizar por cultura o incluso se regularizó alguna profesión que ejercían como, por ejemplo, el Magisterio.
Respecto a la función educativa en la II República, podemos decir que seguía una ideología socialista y en ello el socialismo moderado y radical tuvieron mucho que ver. Si bien Weber nos enseñó que el Estado mediante la educación introduce unas ideas, costumbres o valores para que las sintamos como hábito, podemos decir que la educación republicana fue así.
Me explico: Las estudiantes de Magisterio en la II República estudiaron mediante un modelo lúdico, constructivista, algo inédito para la época, ya que previamente era un modelo conductista-memorístico. Mediante esa educación que tuvieron, los educadores les transmitieron valores tales como el amor a los niños, el no uso de exámenes, el uso de juegos y excursiones para descubrir el mundo y me atrevo a decir que les enseñaron que un educador por naturaleza tiene una ideología socialista (sin entrar en si es radical o moderada), ya que el socialismo pone como protagonista el pueblo, quiere al pueblo e intenta ayudarlo y un profesor es así, busca ayudar a todos los niños, no deja a ninguno atrás y lucha porque todos tengan una educación decente. El máximo ejemplo que puedo poner de esto es el caso de Julia Vigre, la cual incluso encarcelada intentó educar a las presas. Esto que acabo de explicar para nuestra opinión es el mayor legado que nos han dejado a los futuros educadores. Las educadoras como Julia Vigre son ejemplos a seguir.
Cuando comenzó la Guerra Civil, en 1936, el PCE tuvo gran influencia debido a que su líder femenina, Dolores Ibárruri junto a republicanos y socialistas, formaron grupos como Mujeres Antifascistas. Pese a la formación de estos grupos (que en el franquismo actuarán en la clandestinidad y fuera de España), la mujer tuvo un papel un poco más antiguo que el que tenía en la II República, ya que hacían funciones de enfermería o asistencia infantil.

La Guerra Civil

Durante la Guerra Civil, podemos comprobar que el comunismo tuvo un papel fundamental en la resistencia contra el franquismo, debido a que el ejército republicano estaba formado por socialista, republicano, y comunistas, los cuales, durante la guerra pidieron ayuda a la URSS y esta les prestó servicios básicos como armamento o infantería. Gracias a la resistencia formada por esa coalición antifascista y al olvido de la revolución por parte del lado comunista, pudieron aguantar en la Guerra Civil. Los comunistas también fueron importantes debido a que su ejército era el más disciplinado y organizado y ello influyó en los demás aliados.
Debido a los conflictos internos que acontecieron dentro del bando republicano durante el conflicto en cuestión, podemos vislumbrar como resquebraja esa alianza republicana debido a su idea de no a la revolución que provocó la hostilidad y oposición de otros grupos de izquierda, especialmente de los anarquistas y los trotskistas del Partido Obrero Unificado Marxista (POUM). Esta enemistad fue especialmente grave en Barcelona, donde los anarquistas y el POUM eran fuertes. El 2 de mayo de 1937 se enfrentaron las fuerzas del Gobierno y los comunistas, por un lado, y los anarquistas y el POUM, por el otro.
Siendo realistas, el partido comunista no tuvo importancia respecto a nuestro estudio sociológico, sin embargo su actuación en la guerra y su clandestinidad, dieron pie a su momento más influyente en la historia de España.

El Franquismo

El Franquismo fue un período que comprende desde 1939 hasta 1975. Fueron casi 40 años de dictadura de ideología fascista que fue potenciada gracias a la Segunda Guerra Mundial y que, poco a poco, fue perdiendo fuerza a partir de 1960 y finalizó en 1975 con la muerte del dictador, Francisco Franco.
Respecto a los comunistas, los primeros años sufrieron represiones y ejecuciones, ya que al estallar la Segunda Guerra Mundial (1939), comenzó el franquismo. Todos recordamos la sentencia de muerte del gran Federico García Lorca: <>.
La educación del Franquismo, por su parte, utilizó un modelo conductista-memorístico, citado anteriormente, basado en la repetición del tema pertinente de memoria y en caso de no saberlo o de realizar una travesura, el uso desmesurado de castigos, tales como los famosos reglazos en la yema de los dedos. Este modelo, al igual que el republicano, introducía unos valores y unas creencias las cuales los españoles comenzaron a tomar como costumbre: el catolicismo, el sentimiento radical nacionalista y la exaltación del Régimen. ¿Para qué servía la introducción de estos valores?, muy sencillo: para perpetuar el modelo social que había en el momento (por eso duró tanto la dictadura), volvemos a ver a los clásicos Durkheim y Weber: Cuando se alían educación y la Iglesia Católica (introducción de valores católicos), el sistema de perpetuación es perfecto. España volvió a ser esa España rural y analfabeta que era antes de la II República. El cambio educativo llegó con la LOGSE en 1990.

A finales de los 40 en España, gracias a la organización del PCE se realizaron huelgas y revueltas exitosas. En ellas participaron más de 50000 trabajadores. La huelga de Bilbao confirmó las reiteradas declaraciones del Partido Comunista de que, pese al terror fascista, la clase obrera, el pueblo, podían luchar. La acción de los obreros vizcaínos, que se extendía a algunos sitios de Guipúzcoa y levantó el entusiasmo de los trabajadores y demócratas en toda España, tuvo un carácter esencialmente político y sembró el pánico en las esferas gobernantes. Era una prueba fehaciente de que por el camino de la unidad y de la lucha se podía acabar con la dictadura.
Esta España estuvo así hasta los 50 aproximadamente, momento en el que suceden revueltas estudiantiles y proletarias propuestas y apoyada por el PCE en  Barcelona, aunque el resultado fue desastroso, ya que la guardia nacional ocupo todo el territorio y torturó y ejecutó a varios dirigentes del PCE.
En 1953, EEUU y España firmaron un acuerdo de apoyo en el que EEUU cedía capital a España a cambio de colocar bases militares en España, promoviendo el imperialismo. Ante esto el PCE y PCUS condenaron este concordato y llamaban al pueblo a la protesta y a la vigilancia, y frente a los planes agresivos de Franco y sus valedores levantaban la bandera del patriotismo y del internacionalismo, declarando firme y públicamente:
«El pueblo español no empuñará las armas contra la Unión Soviética ni contra ningún país pacífico».
En el verano de 1956 cobraron una amplitud inusitada las acciones reivindicativas, lo que obligó al Gobierno a encargar a los sindicatos verticales una encuesta sobre el «problema salarial». Muchas secciones sindicales respondieron planteando la necesidad de establecer el salario mínimo vital.
Al mismo tiempo, una gran parte de los trabajadores católicos participaba en la protesta. El ambiente que se respiraba en fábricas y talleres llegó a preocupar profundamente a la Iglesia; en una declaración hecha pública el 15 de agosto, los arzobispos españoles reconocían que los obreros vivían en la mayor indigencia y que tenían derecho a un salario más elevado.
Haciendo eco al llamamiento del Partido se levantaba por todo el país una marejada de acciones reivindicativas, de protestas, de reclamaciones, de recogida de firmas, a la que los sindicatos no podían abstraerse.
Ante esta presión incontenible, el Gobierno franquista tuvo que retroceder; a finales de octubre de 1956 decretó un nuevo aumento de salarios, no del 6% como había anunciado, sino muy superior.
El proceso de disgregación que venía destruyendo a Falange había llegado, en lo fundamental, a su culminación. Falange había dejado de existir como Partido político dirigente: era un cadáver en pie. Paralelamente comenzaba el proceso de formación de nuevos partidos burgueses. El rasgo más característico de aquellos acontecimientos fue que, al lado de un movimiento estudiantil impregnado de rebeldía, hacía acto de presencia públicamente una oposición liberal burguesa

A comienzos de 1959 nuevamente salieron a la superficie síntomas delatores de la gravedad alcanzada por la crisis política de la dictadura. La situación de las masas empeoró como consecuencia del aumento de la carestía, la inestabilidad económica minó la confianza en el régimen incluso de ciertos sectores de la oligarquía. Un escandaloso asunto de exportación de divisas, en el que estaban implicados directamente altas personalidades del régimen, puso de relieve la corrupción e insolvencia del Estado franquista.
A la huelga del 18 de junio llamaron, junto con el PCE y con el PSUC, la Acción Democrática, Frente de Liberación Popular, organizaciones del interior del Partido Socialista. Agrupación Socialista Universitaria, Comités de Coordinación Universitaria de Madrid y Barcelona, Movimiento Socialista Catalán, Partido Demócrata Cristiano de Cataluña, Movimiento Obrero Católico Catalán, Comité Regional de la CNT de Cataluña en el Exilio, Nueva República, Esquerra de Cataluña, Front Nacional Catalá, Unión Democrática Montañesa (democristianos, comunistas y F.L.P.) y Frente Revolucionario Canario (comunistas, socialistas, democristianos, republicanos, obreros católicos y «Libertad para España»).
Era la primera vez que diversas fuerzas de la oposición llegaban a una coincidencia para convocar una acción de masas contra la dictadura franquista. Sin embargo, esa coincidencia no se plasmó ni en un documento conjunto ni en la creación de un órgano unitario entre las fuerzas citadas, lo que restó eficacia a la convergencia de objetivos.
En los 60 y 70 hasta la Transición, en el PCE se suceden sendas escisiones, y una de ellas es las GRAPO, que era un brazo armado antifascista. Fue ilegalizado por ser acusado de terrorista. El PCE en este momento fue desangrándose poco a poco por su idea de llegar al cambio en la sociedad mediante el alcance del gobierno, es decir, mediante las elecciones alcanzar el poder sin realizar una revolución.
El acto revolucionario que inició e influenció el PCE desde sus raíces fue la huelga estudiantil de 1956, la cual hemos dejado el siguiente apartado por su gran importancia e impacto que tuvo en la sociedad.

Los sucesos de 1956

Los sucesos 1956 fueron solamente una de las muchas consecuencias que tuvo la depuración ideológica de la Universidad. Esa “depuración” era explicita en la LOU y su intención era eliminar el pensamiento liberal de los estudiantes que fue introducido mediante la ILE.
Estos sucesos comenzaron con el homenaje que hicieron los estudiantes de filosofía a Ortega y Gasset en 1955 y la puesta en marcha de un Congreso Universitario de Escritores Jóvenes, aunque éste fue clausurado. Tras este hecho los políticos Javier Pradera, Enrique Múgica y Ramón Tamames repartieron en 1956 un manifiesto que pretendía eliminar el SEU (Sindicato Español Universitario). Este manifiesto tuvo efecto, ya que el SEU perdió las candidaturas oficiales en las elecciones estudiantiles. Este fracaso lo podemos percibir como el desencadenante de los sucesos. El jefe del SEU suspendió las elecciones, siendo expulsado por los estudiantes, que se manifestaron en marcha hacia el Ministerio de Educación.
El 8 de febrero de 1956 la facultad fue atacada por falangistas y, al día siguiente, los estudiantes se manifestaron por la calle San Bernardo, la cual era también camino de los falangistas que venían de un acto de homenaje. Este cruce de ideología produjo un enfrentamiento, dando lugar a un falangista herido. Ese día fueron detenidos Sánchez Mazas, Ridruejo, Tamames, Múgica, Ruiz Gallardón y Elorriaga. El Ejército, mandó a Franco un documento en el cual explicitó su intención de tomar Madrid si sufrían daños los personajes de la “lista negra” franquista. Al día siguiente la Universidad Complutense cerró sus puertas. El 11 de febrero fueron detenidos los alentadores de este movimiento, todos de ideología socialista, entre los que se encontraban López Pacheco o Sánchez Dragó.
El rector dimitió y el 16 de febrero Franco destituyó al Ministro de Educación y a Fernández Cuesta de la Secretaría General del Movimiento. La Universidad perdió toda ideología franquista, dando una victoria al estudiante y al socialismo. El tiempo de silencio desapareció dando lugar al tiempo de protesta por los derechos.

La Transición

A la muerte de Franco, llegó la Transición, que fue el cambio de la dictadura a la monarquía. El PCE tuvo que adaptarse a la nueva sociedad, perdiendo su esencia, ya que dejó a un lado la idea de la Revolución y quiso cambiar la sociedad mediante las elecciones. Estas elecciones dieron lugar al debacle del partido ya que no salió elegido y fue desplazado a la más absoluta marginalidad.

Conclusión

Para poder finalizar esta investigación, nos gustaría comentar la importancia que han tenido los clásicos para poder analizar las diferentes etapas de influencia del PCE. Gracias a ellos hemos comprendido la importancia de echar una mirada atrás al pasado para poder entender nuestro presente, cómo el Estado es el que influye y el que utiliza sobre todo a la educación y a la Iglesia para poder hacer que se mantengan los modelos culturales actuales y, para finalizar, cómo un cambio en educación puede afectar durante generaciones en una sociedad concreta o incluso cambiar el modo de pensar de uno de los engranajes fundamentales de la vida: las mujeres.

Dificultades

Hemos sufrido varias dificultades a la hora de realizar el trabajo. La más fundamental es la falta de información sobre la influencia de esta ideología y ha habido pequeñas dificultades como el análisis correcto del tema tratado desde un punto de vista sociológico, ya que nunca lo hemos realizado y es bastante complejo porque nos hemos tenido que basar, sobre todo, en la obra de Sonsoles San Román.

Bibliografía

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G. Payne, Stanley (2003). Unión Soviética, comunismo y revolución en España. Recuperado de: http://www.elcultural.com/revista/letras/Union-Sovietica-comunismo-y-revolucion-en-Espana/7081

Ibárruri, Dolores, Azcárate, Manuel, Balaguer, Luis, Falcón, Irene, Cordón, Antonio & Sandoval, José (1960). Historia del Partido Comunista de España. París: Éditions Sociales. Recuperado de: http://www.filosofia.org/his/1960hpce.htm

Lenin, V.I (2012). El Estado y la revolución. Madrid: Alianza Editorial.

Marx, Karl & Engels, Friedrich (2013). Manifiesto Comunista. Madrid: Alianza Editorial.

Rousseau, Jean-Jacques (2012). Del Contrato Social. Madrid: Alianza Editorial.

San Román, Sonsoles. (Ed.). (2015). Una maestra republicana: El viejo futuro de Julia Vigre. Madrid: Machado Libros.

Vera Jiménez, Fernando (2009). La diáspora comunista en España.  Dialnet, 20, 35-48.


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